Mireia, fundadora de DeMellier, nacida en Barcelona de madre andaluza y padre catalán, nos comparte su jornada perfecta en Sevilla para celebrar el lanzamiento de la familia Seville. Nuestros últimos bolsos de mano, Seville y Mini Seville, se inspiran en la elegancia de la ciudad, con una silueta suave y un asa dorada que destaca con carácter.

Sevilla está cerca de nuestro atelier español, por lo que Mireia suele detenerse un día para empaparse de la atmósfera y la cultura impresionantes que ofrece la ciudad. Descubra a continuación el día ideal de Mireia en Sevilla.

9am: Me gusta comenzar el día con un buen café y un desayuno local. Diríjase a Bar el Comercio, un clásico en Sevilla. Es imprescindible para disfrutar de los mejores churros y del tradicional Jamón de Jabugo, que recomiendo acompañar con un mollete, un pan andaluz tradicional.

11am: La mejor manera de descubrir Sevilla es recorrer sus calles y detenerse en sus plazas para disfrutar de un ritmo más pausado y observar a la gente. Para mí, adoro el barrio de La Judería y perderme en sus tranquilas calles, pasajes y patios escondidos. Para una plaza apacible, visite la Plaza Doña Elvira en el pintoresco barrio de Santa Cruz.

13:00: Tras tanto caminar, me ha entrado apetito y estoy listo para degustar algo. En España, busco las mejores tapas tradicionales, y en El Rinconcillo no quedará decepcionado. Diríjase allí para vivir una experiencia auténtica y no olvide pedir el salmorejo, una sopa fría con huevo y jamón español, que me transporta directamente a mi infancia.

17:00: Las últimas horas de la tarde y la noche son cuando Sevilla realmente cobra vida. Disfrute de un aperitivo en un bar en la azotea y relájese. Me encanta el bar en la cima del Hotel EME Catedral, donde siempre pido un vino local y unas aceitunas, la combinación perfecta para iniciar cualquier velada. Aquí puedo pasar las horas charlando con amigos y empapándome del alma de Sevilla.

21:00: A solo un breve paseo desde la azotea, el Restaurante Manzil es un lugar excepcional para disfrutar de la auténtica gastronomía andaluza. Tras la cena, me gusta regresar pausadamente a mi alojamiento, absorbiendo la esencia que Sevilla despliega. Mi hotel predilecto es el Plácido y Grata Hotel: una reinterpretación majestuosa y minimalista de una tradicional casa sevillana, un refugio sereno para culminar el día y reposar.